De los smartphones y los ordenadores, a inteligencias artificiales, drones y gran diversidad de apps, son solo algunos de los dispositivos y tecnologías que, a día de hoy, han pasado a convertirse en parte de la rutina diaria de las personas.

Vivimos en una sociedad cada vez más desarrollada a nivel tecnológico y, a menudo, son más los aparatos que buscan, más allá de agilizar nuestro día a día, mejorarnos la vida.

Esta es la idea base que permitió, entre otros aspectos, el nacimiento de Rithmi, el monitor que cada vez está más cerca de convertirse en una realidad.

Rithmi, el primer detector de arritmias no intrusivo

Rithmi, proyecto que impulsamos desde Blast Off Partners, es el primer detector de arritmias no intrusivo. Se trata de una pulsera inteligente, un wearable, que utiliza un sistema pionero en investigación y cuidados que permite detectar y prevenir los ictus.

Su funcionamiento está basado en un sistema de monitorización del ritmo cardíaco, el cual permite detectar los casos de Fibrilación Auricular y prevenir episodios de ictus, una enfermedad considerada como la principal causa de muerte en mujeres y segunda en hombres que es sufrida por 1 de cada 6 personas mayores de 50 años.

En la actualidad, Rithmi posee un nivel de exactitud del 97% y detecta, a tiempo real, las arritmias más importantes para la prevención del ictus, siendo avalada por más de 175 pruebas clínicas y unidades destinadas a usos internos hospitalarios.

Últimos avances del proyecto

Rithmi ha superado una gran cantidad de controles. Durante este último año ha acumulado un total de 175 pruebas clínicas en el Hospital La Fe de Valencia con el 97% de exactitud y ha llegado a un acuerdo de colaboración con otros hospitales, como el Hospital Universitario Germans Trias i Pujol de Badalona, el Hospital Universitari Vall d’Hebrón de Barcelona y el Hospital La Paz de Madrid, para testear el producto internamente en sus pacientes.

Y, ¿cómo funciona? El pionero software cuenta con una tecnología denominada fotopletismografía (PPG) que permite obtener una onda de pulsos del corazón y determina cuándo se produce cada latido del corazón. En el caso de que se produzca una fibrilación, realiza un electrocardiograma, almacena los datos y los comparte con el médico. Una tecnología cómoda y sin ningún tipo de efecto adverso para el usuario.

Asimismo, el proyecto ha obtenido a lo largo de su desarrollo, diversos reconocimientos entre los cuales se destacan la ronda FFF, la ayuda H2020 Instrumento Pyme,  la ayuda del Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y fue uno de los premiados en el Programa Órbita.

El proyecto ha puesto en marcha, con la ayuda de Blast Off Partners, una ampliación de capital a través de Capital Cell con una inversión mínima de 500€ y con un retorno esperado de x12 en 5 años. El dinero conseguido se destinará a:

• Ampliación del equipo en áreas como desarrollo de negocio, marketing y departamento técnico.
• Fabricación de las primeras unidades del dispositivo.
• Inicio de programas piloto en diferentes centros hospitalarios en toda España.
• Finalización del proceso de regulación médica del dispositivo.
• Lanzamiento del dispositivo al mercado.

Las inversiones en salud son las que mayor tasa de éxito generan. Y apostar en Rithmi es una gran oportunidad. 

Invertir en salud es invertir en avance, en tecnología, en evolución en el sector sanitario y, por lo tanto, en la salud de las personas.

Cada vez es más frecuente realizar gestiones a través del medio online como pedir cita al médico o utilizar una app que nos permita mejorar nuestra alimentación, así que, ¿por qué no mejorar en diagnósticos y utilizar la inteligencia artificial para prevenir y detectar de forma más rápida las enfermedades?

Un sector en auge, ya que la inversión en startups en salud está creciendo a paso firme. En 2018 aumentó en Europa un 80% respecto a 2016 permitiendo que dichas tecnologías empezasen a formar parte de nuestro día a día y se convirtieran en uno de los motores de la economía mundial motivando a, además de aumentar nuestra calidad de vida, generar un impacto social positivo.